AÑO 2014 Foto tomada por María Ch. Parra y editada por mí Venezuela ha pasado a ser, de un país dormido, una nación convulsionada, al menos tres veces por semana, cuando los estudiantes toman las calles para protestar. Antes no estaban muy seguros del porqué; pero después de tres meses entre pancartas, guarimbas, detenciones, golpes y muerte, han aprendido lo que no habíamos podido enseñarles en los salones de clases; algo que, particularmente, creía perdido: el amor y la fe en Venezuela. Soy docente; una profesión que, sin duda, en estos últimos meses, se ha vuelto peligrosa, comprometedora y compleja; sobre todo desde el punto de vista ético. Me refiero al hecho de que los estudiantes nos exigen respuestas inmediatas y soluciones rápidas, al mejor estilo de lo que llamamos la generación click. El problema está en que sabemos que un proceso social no se soluciona en un "click". De allí que, ante las caras decepcionadas, tristes, por creer que no se ha lograd
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Se suponía que este blog era sobre literatura. Se nutría de ficción, del realismo mágico de Carpentier. Hoy, ese realismo mágico se me escapa de las páginas de los libros. Y lo encuentro en las calles de mi país, duramente golpeado. Por eso lo convertí en mi espacio de reflexión. Simplemente reflexiono acerca de lo que veo, lo que vivo; además, lo complemento con lo que mis amigos me envían a través de las rede sociales. Mi agradecimiento a todos ellos