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VENEZUELA: ¿CUÁL ES TU BALANCE?

Una voz en la televisión detiene mi tecleo. Ya es un hecho, el alcalde de San Cristóbal está en la cárcel por "insurrecto". Lo de legítimamente electo, recordando una expresión del extinto presidente, doblando un ejemplar de un periódico nacional: se lo metieron en el... `bolsillo´.
Parece una pesadilla; pues, aquellos que se dicen revolucionarios y exigían justicia y equidad, ahora son, y con creces, infractores de sus propias leyes; porque esta nueva Constitución la redactó la misma gente que detenta el "poder popular", entre comillas porque no es más que una farsa y muy mal montada. 
Que sean los dramaturgos y expertos en teatro los que opinen sobre este asunto. Yo, hago esta observación como aquel que ve la obra desde la más humilde de las posiciones: obrero del teatro que debe asistir a todos los ensayos, atender a las demandas de los actores, cumplir con lo que los directores de la obra ordenen y, encima, calarme sus desmanes y mal genio. 
Me declaro una ciudadana indefensa ante tanto atropello, ignorancia y hasta estupidez. Creo que tendré que leer de nuevo aquel libro que se titula "Historia de la estupidez humana", tal vez me ayude a comprender mejor esta Venezuela bizarra.

¿EL BALANCE?

Difícilmente podría hacerse un balance; todo lo que se diga cambiaría en cuestión de minutos, a lo sumo horas. No obstante, hasta ahora oficialmente se sabe de dos alcaldes detenidos, una diputada amenazada, 76 alcaldes en ascuas y, lo peor, más de 40 muertos, sin contar con el número de detenidos ilegalmente, privados de libertad a la usanza de los regímenes tan criticados anteriormente por los actores de este gobierno, protagonistas, muchos de ellos, de protestas en contra de aquellos regímenes que ahora emulan.
Son las 5 de la tarde; estoy en casa de una amiga, desde donde comienzo a escribir esta entrada y... de repente, un nuevo corte de electricidad. Debí esperar una hora para continuar escribiendo. Entretanto, las cacerolas sonaron. Las luces volvieron, pero las cacerolas continuaron sonando al fondo de su casa. Decidí investigar, al igual que las del fondo de mi casa, estas señoras desmienten a los voceros del gobierno, quienes repiten constantemente que solo los opositores "fascistas" protestan violentamente para derrocar al sr. Maduro y a la "revolución de Chávez"¿Será esto parte de una guerra mediática? Según McLuhan podría decirse que sí; pues se emplea la repetición de un mismo mensaje para lograr un fin, persuadiendo (Yo diría manipulando) a la gente. Y bien, el medio es el mensaje, por ende terminaremos echándole la culpa a los medios y no a los actores responsables de los hechos ¿Será?
La señoras en cuenstión, son personas humildes; el sector donde viven es una popular barriada; por ende, allí no hay "Capriles" ni "Leopoldos"; tampoco veo niños "riquitos" de papá y mamá, de estos de clase media podrida y vendida al imperialismo yanqui. Es gente del "pueblo". A propósito de pueblo ¡Qué discriminación!, según el gobierno, solo los pobres pueden ser del pueblo ¿Y los demás que son?, pregunto.
Les veo apostadas al frente de sus "casitas", unas en mejores condiciones que otras, pero son casas humildes y, sin embargo, las cacerolas no paran de sonar.

EN UN PAÍS BIZARRO

Alguien grita, pero no entiendo lo que dice, las cacerolas no me dejan escuchar. me asusto un tanto, pues el Tribunal Supremo de Justicia (no sé si aún vale la pena escribirlo con mayúscula), desconociendo los Artículos 68 y 350 de la Constitución que el mismo gobierno redactó y legitimó, ha dictaminado que están prohibidas, no sólo la "guarimbas" (hecho que apoyo), sino todo tipo de manifestación. Lo he visto; las personas han estado cacerolenado, caminando y cantando consignas cuando llega la GNB y dispara; un hecho que en nada se diferencia de aquella orden Betancourtniana: "Disparen primero y averigüen después" ¿Qué revolucionario, pero de los de verdad, no recuerda esto? Tendría que no serlo y no haber pasado jamás por una "escuela de cuadros".

Lo cierto es que hasta los cacerolazos están prohibidos, so pena de cárcel, en un país cuya constitución reza: 

Artículo 68: Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar, pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los que establezca la ley. Se prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones pacíficas. La ley regulará la actuación de los cuerpos policiales y de seguridad en el control del orden público.(subrayado mío)

Foto tomada de

Artículo 350: El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos. (Subrayado mío)                                                                                                           


Artículo 333. Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia. (Subrayado mío)

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