A partir de lo que se conoce como experiencia metafísica, me atrevo a afirmar que en la constante dialéctica o encuentro de las diferencias a la que hacen referencia Elemire Zolla, M.Bajtin y H. Bloom , desde distintas corrientes, creo que para alcanzar un conocimiento totalizador, hay que observar todo en un primerísimo primer plano para poder tomar distancia. Es allí donde la mente cesa de reconstruir información, dando paso a la unidad total del universo. Casa Ajena apenas llena dos páginas de primerísimos primeros planos, que reflejan y recogen buena parte de la historia, aparentemente olvidada, de la ciudad de Maracaibo, visionando el cómo, hasta ahora, los habitantes de esta ciudad han asumido su propia historia. Nada permanece donde aparece. Una ciudad cuya fisonomía fue borrada. Calles y casas derrumbadas, olvidadas, cambiadas de lugar. Igual, en Casa Ajena se percibe ese crecimiento vertiginoso en el que el narrador se sumerge, sin tratar de escapar a esa especie de serpent...
Se suponía que este blog era sobre literatura. Se nutría de ficción, del realismo mágico de Carpentier. Hoy, ese realismo mágico se me escapa de las páginas de los libros. Y lo encuentro en las calles de mi país, duramente golpeado. Por eso lo convertí en mi espacio de reflexión. Simplemente reflexiono acerca de lo que veo, lo que vivo; además, lo complemento con lo que mis amigos me envían a través de las rede sociales. Mi agradecimiento a todos ellos