En homenaje a la mágica letra "Y",auténticamente griega Era una tarde de lluvia. Tarde de cualquier lluvia, lluvia de cualquier tarde, ¡qué más da!, una tarde de árboles enfermos mojándose, inmóviles en la avenida. Una tarde de recuerdos de monedero, que se retuercen con los gritos insistentes del joven mulato, zambo tal vez. ¿Quién no es mezcla entre nosotros? -Mamá, mamá, ¿me escuchas? ¡Mamaaaaaaaaaá! Detrás del taconeo se pierde la insistencia que atormenta. Sigo el camino de miles de tardes y miles de lluvias que trepan a los avisos, que destilan los techos, que recorren los troncos, que gotean desde las hojas. Voy a entregar una madre sin poder gritar, ¿me escuchas?. La cita es a las cuatro, por eso apresuro el paso y se desvanecen los rostros, sueños de niños caritas sucias que trabajan en las aceras, que viven en las aceras. Niños maravillosos hechos hombres de calle, de aceras sucias, donde se sueña con albóndigas, buen pan, leche y dulces. Niños de noches con luz t...
Se suponía que este blog era sobre literatura. Se nutría de ficción, del realismo mágico de Carpentier. Hoy, ese realismo mágico se me escapa de las páginas de los libros. Y lo encuentro en las calles de mi país, duramente golpeado. Por eso lo convertí en mi espacio de reflexión. Simplemente reflexiono acerca de lo que veo, lo que vivo; además, lo complemento con lo que mis amigos me envían a través de las rede sociales. Mi agradecimiento a todos ellos